Pizza Hawaiana Artesanal con Piña Caramelizada y Salsa Casera

90 min
Esta no es una pizza hawaiana cualquiera. Es una versión artesanal que eleva la clásica combinación de jamón y piña. El secreto está en caramelizar rodajas de piña fresca en la sartén para intensificar su dulzor y darle un toque ahumado, contrastando perfectamente con el jamón y el queso mozzarella. Todo esto sobre una base de masa fina y crujiente, hecha a mano, y una salsa de tomate casera cocinada lentamente con hierbas frescas. El resultado es una pizza equilibrada, jugosa y con un sabor agridulce irresistible.

INGREDIENTES

Ajusta las porciones y recalcula automáticamente tus ingredientes

8
Porciones

HERRAMIENTAS

  • + Horno (idealmente con piedra para pizza).
  • + Sartén grande.
  • + Olla mediana.
  • + Licuadora.
  • + Bowl grande para la masa.
  • + Tabla de cortar y cuchillo.
  • + Pala para pizza (o una tabla grande).
  • + Rodillo (opcional).

INSTRUCCIONES

Paso 1:

Preparar la Piña Caramelizada. Pela la piña fresca y córtala en rodajas gruesas. Calienta una sartén a fuego medio-alto y dora las rodajas de piña por ambos lados hasta que estén caramelizadas y con un bonito color dorado. Retíralas, déjalas enfriar y córtalas en cubos pequeños. Reserva.

Paso 2:

Hacer la Salsa de Tomate. En una olla, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes. Agrega los tomates, la albahaca, el orégano, sal y pimienta. Cocina a fuego bajo, tapado, por 20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los tomates estén deshechos. Licúa la salsa y resérvala.

Paso 3:

Preparar la Masa. En una superficie limpia, forma un volcán con la harina. En el centro, haz un hoyo y añade la sal y la levadura seca. Vierte el agua tibia poco a poco mientras integras la harina con los dedos. Amasa por unos minutos. Agrega el aceite de oliva y sigue amasando vigorosamente por 10-15 minutos hasta obtener una masa lisa y elástica. Forma una bola, colócala en un bowl aceitado, tápala con un paño húmedo y déjala levar en un lugar cálido por al menos 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.

Paso 4:

Estirar la Masa. Precalienta el horno a la máxima temperatura (idealmente 250°C o más) con la piedra para pizza dentro. Desgasifica la masa amasándola suavemente. Enharina la superficie de trabajo y estira la masa con las manos (o un rodillo) desde el centro hacia afuera, formando un disco delgado y dejando un borde ligeramente más grueso.

Paso 5:

Armar la Pizza. Coloca la masa estirada sobre la pala enharinada. Pincela el borde con aceite de oliva. Esparce una capa generosa de salsa de tomate casera sobre la base. Cubre con el queso mozzarella y el parmesano. Distribuye uniformemente el jamón y los cubos de piña caramelizada. Espolvorea un poco más de queso y orégano por encima.

Paso 6:

Hornear. Desliza la pizza con cuidado sobre la piedra caliente en el horno. Hornea por 5-10 minutos (el tiempo puede variar mucho según el horno), o hasta que la masa esté dorada y crujiente, y el queso burbujeante.

Paso 7:

Servir. Retira la pizza del horno. Córtala en porciones y termina con un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima. ¡A disfrutar caliente!

TIPS

  • + El Secreto de la Piña: Caramelizar la piña fresca antes de ponerla en la pizza marca toda la diferencia. Concentra su dulzor, le da un toque ahumado y evita que suelte demasiada agua durante el horneado.
  • + Salsa con Paciencia: Cocinar la salsa de tomate a fuego lento permite que los sabores se desarrollen y que el tomate pierda su acidez, resultando en una salsa más dulce y profunda.
  • + Levado Lento, Mejor Sabor: Si tienes tiempo, deja levar la masa en el refrigerador por 24 horas (fermentación en frío). Desarrollará un sabor mucho más complejo y una textura superior.
  • + Horno a Tope: Para una pizza con base crujiente y bordes aireados, el horno debe estar lo más caliente posible. Si tienes piedra para pizza, precaliéntala bien durante al menos 30 minutos.
  • + No Sobrecargues la Pizza: Menos es más. No exageres con la cantidad de toppings, especialmente los húmedos, para evitar que la masa quede blanda.