Colas de Langosta en Mantequilla de Ajo, Limón y Alcaparras

• + Sartén grande (preferiblemente de hierro fundido)
• + Tijeras de cocina
• + Tabla de cortar y cuchillo
• + Brochetas de madera (opcional, pero recomendado)
• + Pinzas de cocina
• + Cuchara grande para bañar (basting)

Paso 1:

Preparar las langostas. Con unas tijeras de cocina, corten con cuidado la parte superior del caparazón de cada cola, desde el extremo ancho hasta la base de la aleta, sin cortar la carne por completo.

Paso 2:

Exponer la carne. Con los dedos, separen suavemente la carne del caparazón, manteniéndola unida en la base. Levanten la carne y acomódenla sobre el mismo caparazón. Esto no solo se ve increíble, sino que ayuda a una cocción pareja.

Paso 3:

A la brocheta. Para evitar que las colas se encojan y se doblen al cocinarlas, inserten una brocheta de madera a lo largo de cada una. Sazónenlas generosamente por todos lados con sal gruesa.

Paso 4:

El sellado inicial. Calienten el aceite de oliva en su sartén a fuego medio-alto. Coloquen las colas de langosta con la carne hacia abajo y séllenlas por unos 2-3 minutos hasta que tomen un bonito color dorado.

Paso 5:

Construir la salsa. Denle la vuelta a las langostas. Es el momento de la magia: añadan los dientes de ajo machacados y la mantequilla. Dejen que se derrita y empiece a burbujear.

Paso 6:

¡Lluvia de sabor! Expriman el jugo de los limones directamente sobre la mantequilla. Inmediatamente después, agreguen el manojo de hierbas frescas, la hoja de laurel, las rodajas de jalapeño y las alcaparras.

Paso 7:

El baño de mantequilla. Inclinen ligeramente la sartén y, con una cuchara grande, bañen constantemente las colas de langosta con esa mantequilla infusionada y aromática. Continúen este proceso (conocido como basting) por unos 4-5 minutos, hasta que la carne de la langosta esté completamente blanca (opaca) y firme.

Paso 8:

Servir al instante. Retiren las langostas de la sartén y sírvanlas de inmediato. ¡No olviden rociarlas con un poco más de esa salsa espectacular que quedó en la sartén!

• + No sobrecocinar: La langosta se cocina muy rápido. Si la cocinan de más, la carne se volverá gomosa y dura. El punto perfecto es cuando la carne pasa de traslúcida a blanca opaca.
• + El arte de bañar (Basting): Este paso es crucial. No solo añade un sabor increíble a la langosta, sino que también ayuda a que se mantenga jugosa y se cocine de manera uniforme. ¡No sean tímidos con la cuchara!
• + Acompañamiento perfecto: Sirvan estas langostas con un poco de pan rústico o baguette tostada. Es el vehículo perfecto para no desperdiciar ni una gota de la deliciosa mantequilla de la sartén.
• + Calidad sobre cantidad: Esta receta brilla por la calidad de sus ingredientes. Usen una buena mantequilla, hierbas frescas y, por supuesto, las mejores colas de langosta que puedan encontrar.